Existen dos grandes períodos de la filosofía medieval: la patrística y la escolástica.
Patrística
Corresponde a la etapa primaria en la que se articuló la filosofía con el dogma religioso, principalmente cristiano. Uno de los más destacados representantes de este período fue San Agustín, que desarrolló una corriente que hoy en día se conoce como neoplatonismo, y que puede resumirse como la reinterpretación de la obra de Platón bajo la óptica cristiana.
San Agustín de Hipona (354 – 430)
Escolástica
En esta etapa, que abarca desde el siglo XI hasta el XVI, se intenta explicar la revelación cristiana a través de la razón. Surge como consecuencia de la creación de las primeras universidades y la necesidad de aplicar el método científico aristotélico para dar respuesta a planteamientos religiosos o sobrenaturales.
Santo Tomás de Aquino fue uno de los principales exponentes de la etapa escolástica al introducir la lógica aristotélica en el pensamiento cristiano.